Y pensar que un día me dijeron:
«Tu libro tiene más de 200 páginas.
Ningún niño va a leer un libro de 200 páginas»
J.K. Rowling. Autora de la saga Harry Potter.
Hubo una época en que estuve enganchado al buceo. Tenía un buen amigo en Tenerife y le visitaba a menudo para hacer inmersiones en el sur de la isla, en sitios impresionantes como Las Galletas, Montaña Amarilla o Los Abrigos. Bueno, también aprovechaba estos viajes para ir a los carnavales de Santa Cruz, que me lo pasaba en grande.
A veces las inmersiones se hacen a pie de playa, entras caminando en el agua y desde ahí te sumerges. Pero en otras ocasiones te llevan en barco al punto de la inmersión, que suele ser en una zona de acantilados a la que no podrías acceder de otra manera. Sea de una u otra forma, nadie te libra de embutirte en el neopreno – qué proceso tan incómodo, por Dios – y de cargar con los 15 kilos del equipo a cuestas hasta que te dejas llevar por el agua, momento en que toda la pesadez se desvanece.
Recuerdo que una vez estaba charlando con el patrón de la embarcación que nos llevaba mar adentro, era el típico hombre graciosete que no para de contar chistes (la mayoría verdes). Como estábamos en un ambiente de confianza, le pregunté cuánto le había costado el barco. Me respondió a lo gallego, con una frase que jamás olvidaré:
«Mira niño, el propietario de un barco tiene dos grandes alegrías.
La primera es el día en que se lo compra.
La segunda llega el día que lo vende»
Qué razón tenía aquel buen hombre, porque nos encanta meternos en jardines innecesarios que no nos van a hacer más felices, sino justo todo lo contrario. Te ciega el pisito tan bonito que quieres comprar para presumir delante de los amigos, «porque yo me lo merezco». Y luego resulta que vives 40 años ahogado por una hipoteca que no te hacía falta – pagándole al banco la mitad de lo que costaba la casa en intereses – , y que a nadie le importa la piscina que tengas, ni el barrio en el que vivas, ni las fiestas que organices.
Bien, pues con el trading sucede algo parecido. Echas las cuentas de lo mucho que ganarás antes siquiera de aprender a calcular con cuánto volumen abrir una operación para perder, como máximo, el 3% del capital. Total, si el vecino dice que ha ganado 3.000€ el mes pasado, y a este paso va a dejar el trabajo enseguida, yo también quiero, que tan difícil no puede ser.
La película cambia al bajar al barro y darle a la tecla tú mismo, nadie te había avisado de que estarás peleando contra las mentes más brillantes del mundo, quienes van a ir a por tu dinero sin piedad. Y ya no sólo es que las hienas del mercado querrán exprimirte hasta el último centavo, es que tú mismo – más bien tu mente – juega en tu contra para sabotearte. Y si no crees lo que te digo, antes de continuar con la parte del trading en simulado, echa un vistazo a este artículo en el que hablo de la dura realidad que demostró Daniel Khaneman – premio Nobel de economía en el año 2002 – sobre cómo tu mayor enemigo eres tú mismo:
#1. Trading en simulado desde el lado del Bróker: la mejor estrategia para captar clientes es darte a probar la plataforma. Así compruebas que la bolsa no es dañina
Anda que no te gusta entrar en la sección de videojuegos del Corte Inglés y sentarte en un flamante asiento de coche de carreras, con un espectacular volante de cuero y los pedales para acelerar y frenar. Además, tienes delante de ti una pantalla gigante en la que compruebas tus excelentes dotes como piloto de Rallys. En este escenario parece que los 500 euros de la Play Station 5 son poco más que una propinilla, parece que la máquina te esté pidiendo a gritos pasar por caja y llevártela a casa, antes de que llegue otro espabilado y te la quite.
Mira, algunos estudios de Márketing dicen venden un 30% más quienes ofrecen una prueba gratuita frente a quienes no lo hacen. Si nos creemos estos números, sería de suspenso «ocultar» lo que vendes. Los brókers lo saben, y por eso te ponen todas las facilidades del mundo para que abras una cuenta demo con ellos.
Quieren que pruebes la plataforma, que juegues con ella, que te sientas seguro manejándola… para que compruebes por ti mismo que no hay trampa ni cartón. Luego, cuando ya te has metido el caramelo en la boca y estás saboreándolo, van y te lo quitan, porque las cuentas demo apenas duran 2 o 3 semanas. Es el disparador perfecto para abrir la cuenta en real, porque todos tenemos ese puntito de niños pequeños caprichosos: sólo nos importan las cosas cuando nos las quitan.
#2. Trading en simulado desde el punto de vista del Trader: es mejor hacer los experimentos con gaseosa para que no te exploten en la cara
Lo que te acabo de contar – los brokers no son hermanitas de la caridad que obran por amor al arte, por eso te incitan a probar su producto, para vendértelo cuanto antes – no debería sorprenderte. Pero es que tú tampoco eres Santa Teresa de Calcuta, porque trabajas a cambio de un sueldo. Así es como funciona el mundo, hasta aquí no he dicho nada nuevo.
Ahora bien, sabiendo cuáles son las cartas con las que te toca jugar, tú decides si quieres ser una oveja más del rebaño que va directa al matadero, o actúas de forma inteligente. Si avanzas como los burros, cegado por las orejeras, entonces vas a pulirte todo lo que tengas. De lo que metiste al principio no quedará ni un euro.
La alternativa es hacer las cosas bien, aprovechando la valiosa herramienta que es el trading en simulado, para ponerla a tu favor. Despreciarlo sería un error, porque es el banco de pruebas, con el que experimentas y experimentas hasta que das con la tecla. Esa es – o debería ser – su verdadera función.
¿O acaso el cirujano opera a corazón abierto en su primer año de residente? ¿O un piloto de avión lleva su primer vuelo comercial en la tercera vez que entra en una cabina? No, ambos han practicado cientos o miles de horas antes de entrar en acción.
Esto que te estoy diciendo es de cajón, algo lógico (lo que pasa es que hoy en día eres el raro si dices cosas normales). Vamos a ver, que el dinero cuesta mucho ganarlo y ahorrarlo. O por algo lucharon tus padres, abuelos o bisabuelos, dejándose la vida para entregarte un futuro mejor, como para que ahora llegues tú a faltarles el respeto de esta manera, apostando su legado como si estuvieras en un casino.
Ahora ya sé lo que me vas a decir: «es que me aburro en simulado, no es lo mismo, no me lo puedo tomar enserio». Y tienes razón, porque algunas hormonas sólo las va a generar tu cuerpo si pones dinero real encima de la mesa. Bien, entonces te voy a proponer una pequeña trampa mental para que veas el trading en simulado con otros ojos.
Un truquito para no aburrirte con el simulado. Así mantendrás la tensión del mercado y te lo tomarás enserio
En el libro de Francisco García Paramés,«Invirtiendo a Largo Plazo», hay un pasaje brutal. Es cuando el autor, que es el mejor gestor de fondos de inversión español de todos los tiempos, admite que todos tenemos una parte ludópata. Él reconoce que su trabajo, en el que mueve cientos de millones de euros, le viene genial para ir sobrado de descargas adrenalina, no necesita más.
Si Paramés – que es una celebridad financiera, que tiene una cuenta bancaria multimillonaria, que ha creado tendencia en el mundo del Value Investing – reconoce que abrir posiciones le causa adicción… ¿Cómo no te va a ocurrir a ti, que eres un don nadie comparado con este gigante de las finanzas?
Bien, estamos de acuerdo en que el trading en simulado tiene muchas ventajas, pero también tiene un gran inconveniente: corres el riesgo de no estar plenamente centrado en lo que estás haciendo. Hay que ser realistas, es muy difícil tener los 5 sentidos puestos sabiendo que las operaciones son de mentira. Pero como para todo problema hay un remedio, te propongo lo siguiente:
Llevar una décima parte del volumen
Si una operación de DAX deberías abrirla con 1 lote, entras con sólo 0,1 lotes durante el periodo de pruebas (a continuación te digo cómo identificar el final de esta etapa). De esta manera, vas a sentir la tensión del mercado y si te salta algún Stop – que te saltarán – no será un daño irreparable, tendrás margen de maniobra. Es una medida fácil de implementar y efectiva.
Además, operando con CFDs, que es el producto estrella para los traders pequeñitos, puedes fraccionar los lotes tanto como lo desees. Ahora bien, la clave está en calcular correctamente el volumen. Te he puesto el ejemplo de una trade de 1 lote de Dax, pero… ¿cómo sabes que deberías llevar 1 lote y no 3 lotes?
Pues con tus reglas de gestión del riesgo, y enfocando el volumen desde el punto de vista de cuánto puedes perder, no de cuánto ganarás. Y si no tienes estas reglas, o no has dedicado el suficiente tiempo a construirlas, te recomiendo que lo hagas, porque será uno de los pilares de tu operativa. Y si necesitas ayuda para avanzar en este campo, fíjate la calculadora de lotes que se llevan los alumnos del Curso de Trading de esta academia:
Esta es la calculadora de lotes que incluye el curso. En la columna de la derecha te dice cuánto volumen abrir en cada trade. Dependerá de cuánto dinero tengas en la cuenta, del activo financiero, y de dónde esté situado el Stop-Loss
La regla de los 3 meses que te dirá cuándo estás listo para dar el salto
Vamos a suponer que eres el niño bueno perfecto que no rompe un plato, no tienes ninguna necesidad de darle a la tecla desde el inicio, así que te lo tomas con calma. Empiezas en simulado porque sabes que es una etapa importante de tu camino. Y que recorriéndola, la siguiente fase la afrontarás con más garantías.
Pero claro, este periodo no va a ser eterno, tarde o temprano querrás empezar con la chicha de verdad. Entonces te estarás preguntando cuándo dejar atrás el simulado. ¿Cómo identifico si estoy listo para saltar a real?
La prueba del algodón es cerrar 3 meses seguidos en verde.
Mira, el mercado no va a desaparecer de un día para otro, siempre habrá nuevas oportunidades. Por mucho que te estén metiendo prisa para darle ya a la tecla, la feria vuelve a abrir mañana. Al igual que no pasa nada por perderte el último Madrid – Barsa, porque ninguno es el partido del siglo.
El simulado está pensado para aguantar el tirón inicial, que siempre es el peor. Luego, si el sistema funciona – y una vez te sientas confiado -, comenzarás a generar operaciones positivas. Si en vez de ser paciente vas picando de estrategia en estrategia y te cansas cada quince días, estarás tirando tus ahorros a la basura sin ningún sentido, porque nada te funcionará.
Vale, te acabo de contar lo que se supone que deberías hacer con el trading en simulado, pero seguro que estás pensando que soy un charlatán, como los políticos que pregonan «haced lo que yo diga, no lo que yo haga». Bien, pues te voy a contar el gran hito que logré gracias a estar casi medio año en simulado. Y, al final, también te voy a contar cómo identifico perfectamente a los alumnos que les va a ir bien en esto del trading, y quienes van a fundirse todo lo que puedan y más en cuanto terminan el curso.
Así hacía Market Replay en mis viajes en tren desde Madrid a Santander
La operativa en demo más habitual es meter operaciones con el mercado moviéndose en directo, pero hay una alternativa que casi nadie conoce: se puede replicar una sesión que ya ha terminado. Esto, para la operativa Swing, no tiene ningún sentido. Si trabajas gráfico de 4 Horas o Diario, no te vas a sentar delante de las pantallas a ver qué narices hizo el mercado la semana pasada.
El Market Replay sólo sirve si haces Intradía o Scalping, y yo también tuve mi época oscura mirando velas de 1 minuto, hasta que me di cuenta de que ese estilo te lleva directamente al matadero si no estás ultra preparado. Solo operaba entre las 2 y las 4 de la tarde – con la apertura de las bolsas americanas, cuando más volumen hay encima de la mesa -, y no podía estar encima de los movimientos del Dax porque me coincidía con el horario de oficina. Entonce descubrí que NinjaTrader ofrecía la posibilidad del Market Replay.
Muchos viernes por la tarde cogía el tren en Chamartín rumbo a Santander, y en lugar de ponerme a ver una película o leer algún libro, repetía una sesión de trading. Como el viaje duraba 4 horas, me daba para repetir dos sesiones, haciendo exactamente lo mismo que si estuviera en directo. Esperaba pacientemente a que el Setup hiciera acto de presencia, y me activaba si aparecía, metiendo la trade con su Profit y Stop Loss.
Para ir terminando te voy a dejar la última historia sobre mi experiencia con el trading en Simulado. Mira, está muy bien decir lo que deberías hacer, pero la mejor forma de persuadirte para tomar acción es contándote mi propia experiencia, porque sin haber estado una temporada haciendo trading en simulado no estaría escribiendo estas líneas. Como lo oyes.
Te pongo en antecedentes: el sistema de Reversión a la Media, el que enseño en el Curso de esta academia, no me lo inventé yo, qué va. Lo aprendí trabajando en una multinacional inglesa de trading, en la que pasé 5 años. Allí, estando sentado al lado de otros traders que facturaban cientos de miles de euros, me di cuenta de cuáles son los patrones que siguen los traders de éxito.
La cuestión es, ¿cómo yo, que venía de una ciudad pequeñita como es Santander, conseguí colocarme en una empresa en el corazón financiero de Madrid, donde los traders trabajaban con 8 pantallas, como en las películas americanas de Wall Street? Pues gracias al trading en simulado.
Conseguí el trabajo de mis sueños después de 4 meses haciendo trading en simulado. Sin haber pasado por aquella fase de dolor, nunca hubiera creado este sitio web
Llevaba buscando trabajo una temporada en el campo que más me gustaba, que era el trading. El problema es que no conseguía que ninguna empresa me abriera las puertas, nadie quería saber nada de mi. Esto cambió el día que recibí un correo electrónico de esta compañía inglesa, ¡al fin alguien me contestaba, querían conocerme!
Estaban ubicados en Madrid, y no dudé ni un minuto en coger el coche y presentarme allí. Salí muy contento después de entrevistarme con Chris, el manager de Gales, todo había ido rodado. Parecía que se estaba presentando ante mis narices la oportunidad de ganarme la vida en el sector al que sentía estar predestinado.
Sólo faltaba un último obstáculo antes de tocar la gloria. Chris Jenkins me dijo que debía pasar 4 meses haciendo trading en simulado, en una salita adyacente a donde estaban el resto de traders. No iba a cobrar ni un euro, y si superaba esa fase de prueba (empezamos 10 y solo había sitio para 3), finalmente me contratarían.
Imagínate la ilusión que me inundaba cada vez que acudía a la oficina que teníamos en la calle Velázquez. Había una fina lámina de cristal que separaba su sala – la de quienes movían el dinero – de la nuestra, la habitación de las prácticas (o como lo llamaban, el Trading Lab). Recuerdo que tocaba aquel cristal y sentía que debía terminar sentado en una de las sillas del otro lado, costara lo que costara.
Me lo tomé como un trabajo, iba a las 9 de la mañana y me quedaba sentado frente a las pantallas hasta las 6 de la tarde, y reportaba a los jefes todo lo que hacía, dándoles explicaciones súper detalladas de por qué compraba donde compraba, y por qué vendía donde vendía. Y luego, cuando salía de aquella majestuosa oficina que tenía la empresa en pleno barrio Salamanca de Madrid, me iba a repartir pizzas al Pizza Hut de Ciudad Lineal, donde vivía. Me había comprado una Daelim History de segunda mano por sólo 500€ (fue un buen trato, porque la vendí un año después en 550€), y la amorticé entregando aquellos pedidos por las noches, muchas veces con el termómetro marcando bajo cero en el duro invierno madrileño.
En las últimas semanas la tensión y la ansiedad por ser uno de los seleccionados crecía, todos pisábamos el acelerador para lograr el puesto deseado, la competencia era voraz. Hasta que llegó el día de la decisión final, yo estaba hecho un mar de dudas. ¿Sería uno de los seleccionados?
Fuimos entrando uno a uno al despacho con los dos managers. A un lado estaba Chris Jenkins, el jefe venido desde Gales, y al otro lado Javier, el jefe español. Cuando llegó mi turno la suerte ya estaba echada.
«No entendimos por qué el día 27 compraste Euro-Dólar después del mal dato de empleo americano. Ese error te costó caro. Si cualquiera de los traders lo cometiera supondría un despido fulminante.
No ha sido la única metedura de pata. Te has equivocado varias veces. Por eso hemos dudado mucho contigo.
Pero vemos potencial en ti para aprender de estos errores. Enhorabuena. Estás dentro»
Fue uno de los días más felices de mi vida, tuve una sensación similar a cuando me llamó el seleccionador cántabro de ciclismo para decirme que representaría a mi tierra, Cantabria, en los campeonatos de España de 2008 que se celebraron en Santiago de Compostela. Al fin encontraba recompensa a la batalla que había estado librando tantos meses. Mi sueño comenzaba a hacerse realidad.
Pero no podía relajarme por el hecho de entrar en la compañía, qué va. Lo difícil no había hecho más que comenzar. Ahora debía demostrar que no se habían equivocado contratándome.
Imagínate, después de haber estado 4 meses haciendo operaciones en simulado me tocaba pasar a la acción. Apretar el botón para comprar o vender ya no iba a ser una broma, ahora tendría consecuencias monetarias, sólo de pensarlo me daban escalofríos. Me invadía el miedo al saber que, a partir de ese momento, ya no iban a fijarse más en mis buenas intenciones, sino que mi rendimiento se iba a valorar con números.
Estuve configurando un día entero la plataforma para tenerla lista, y al principio estaba hecho un flan. Los primeros días fueron terribles, recuerdo perfectamente que las manos me sudaban. Y como temblaba por los nervios y se me resbalaba el ratón entre las manos, tuve varios errores, porque hacía click donde no debía. Aquellos fallos al ejecutar órdenes me costaron varios cientos de dólares.
Pero luego esos nervios iniciales pasaron, y poco a poco me fui relajando, entrando en sintonía y cogiendo confianza con el sistema de Reversión a la Media (el mismo que enseño en esta academia). Después llegaron años muy buenos – en uno saqué más de 130.000 dólares del mercado – y otros no tan buenos, porque la vida del trader nunca es un camino de rosas, sino que hay altibajos. Pero esas historias serán contadas en otros momentos.
La moraleja de este artículo es que los 4 meses que pasé haciendo trading en simulado fue algo similar a dar varios pasos hacia atrás para coger carrerilla y saltar más alto. Si me lo hubiera tomado de mal humor, con prisas, o como un coñazo, es lo que hubiera proyectado y jamás me hubieran contratado. En cambio, me lo tomé como una gran oportunidad, y preferí pasar un período de dolor, porque sabía que me estaba esperando el premio gordo a la vuelta de la esquina.
Así identifico perfectamente a los alumnos a los que les va a ir bien, y a los que no
Mira, ya para terminar te voy a hablar de los dos tipos de alumnos que han entrado en la academia (y que seguirán entrando). Por un lado está el que viene con muchas prisas, el que me pregunta desde el principio cuánto va a ganar con el curso, o que simplemente quiere copiar mis operaciones para hacer crecer su cuenta. A ése tipo de alumno, cuando le llega la hora de volar solo y apañárselas por su cuenta, le va fatal, porque no sabe ni lo que está haciendo, y porque tenía el objetivo principal totalmente desviado.
Luego está el alumno que sabe a lo que viene, y paga el curso para aprender a hacer trading, no para ganar dinero. Que es muy diferente, ojo, porque ganar dinero es la consecuencia de hacer las cosas bien, que es el verdadero objetivo de esta academia. Por lo tanto, primero hay que aprender a identificar el Setup, a llevar una gestión monetaria correctamente, y a saber trabajar en distintas temporalidades. Y luego, cuando estás tú solo dándole a la tecla, hay que ser disciplinado para poner en práctica lo que has aprendido, sabiendo que, después de los 6 meses de operativa que incluye el curso, ya nadie te va a vigilar.
Supongo que la forma en que describo mi curso de trading y la filosofía que siguen los traders de éxito ayuda a atraer el segundo tipo de alumno mucho más que el primero, porque tengo la suerte de que la mayoría de clientes que han comprado el curso vinieron sin ninguna prisa y con el objetivo de aprender súper claro. Están los 3 primeros meses en simulado – tal y como les recomiendo – y, cuando se sienten preparados, abren una cuenta real (esto no es obligatorio, alguno ha terminado los 6 meses de curso sin pasar a real). Bueno, si quieres más información sobre el curso, te dejo por aquí el enlace:
El curso de trading aprendiendo la Reversión a la Media. 6 meses de operativa en directo y tutorías uno a uno
Antes de terminar, te agradezco si me cuentas en un comentario tu experiencia con el trading en simulado. ¿Eres de los que no aguantan ni dos días, o sí tienes la disciplina necesaria para estar 3 meses antes de pasar a real? O quizás tienes algún otro recurso para no aburrirte con el demo…
Un fuerte abrazo, y muy buen trading en simulado 😉
Enrique Mazón