Quien sacrifica su libertad esencial a cambio de seguridad temporal,

ni obtendrá ni merecerá,

seguridad ni libertad.

Lo dijo Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos


La primera vez que fui a ver una competición de surf fue un fiasco absoluto. Pensaba que iba a ser parecido a una película de tiros, con los riders montados en sus tablas luchando entre sí para coger la mejor ola y con un resultado final de lo más ajustado entre los primeros de la clasificación. Luego resultó que la realidad no tenía nada que ver con la fantasía que había imaginado.

El campeonato al que acudí se llama la Vaca Gigante y se celebra en un acantilado de difícil acceso en la Costa Quebrada (imagínate por qué la zona se llama así). Sólo allí, a medio camino entre la playa de La Maruca y el faro de Santander, puede realizarse la competición. Sólo allí las olas alcanzan una monstruosa altura.

Nadie sabe con exactitud cuándo sucederá el evento porque la ola debe alcanzar una altura mínima de 6 metros, y eso no pasa tan a menudo. En cuanto los organizadores detectan que la mar está en condiciones, avisan una semana antes a surfistas de todo el mundo, y si todo está en orden confirman a falta de 48 horas. Lo mejor es que, a pesar de montarlo a toda prisa, el formato funciona y asisten cientos de espectadores a la cita.

 

Aquella fría mañana de invierno acudí con mi padre, nunca habíamos visto una competición de surf, y mira que tiene delito siendo de Cantabria. Estábamos bastante emocionados porque era la primera vez que nos sentábamos a ver las olas subir y bajar. ¿Qué nos encontraríamos en aquellos acantilados que tanto interés despertaban?

Lo primero sorprendente fue que los surfistas entraban al agua de uno en uno remolcándose con una moto de agua. Sin la ayuda de la máquina les era imposible meterse hasta la zona donde rompían las olas, debido a la fuerte marea. Aquello de verlos dándose de tortas por coger el mejor sitio quedaba en el olvido.

Cada turno duraba 45 minutos y el jurado pondría nota sobre la mejor ola cabalgada. Estas eran las reglas del juego. Arrancaba la competición.

Ahí estábamos viendo La Vaca Gigante, cerca de la playa del Bocal

Cuando el primero entró al agua fue genial, ¡al fin empezaba lo bueno! El hombre se puso a remar entre las ondas, parecía que en cualquier momento se subiría a su majestuosa tabla… pero no terminaba de coger ninguna ola. Cuál fue nuestra sorpresa cuando, después de casi una hora, terminó su participación sin haber intentado nada.

Con el segundo sucedió lo mismo, mucho ir y venir, pero en su turno no hubo acción. El tercer surfista comenzó bien porque cogió un par de olas nada más entrar, ya respirábamos aliviados al ver algo de movimiento… pero poco después llegó de nuevo el vacío. No volvió a hacer nada.

El colmo fue darnos cuenta de que necesitábamos prismáticos para apreciar los detalles, porque desde lejos apenas se apreciaba nada. Entre la desesperación por el ritmo tan lento del campeonato, el frío que sentíamos después de estar casi 3 horas sentados a la intemperie con la helada congelándonos los huesos, y la distancia con los surfistas – para nosotros, que venimos del mundo del ciclismo, fue una decepción porque en una carrera ciclista los corredores pasan a tu lado, casi les puedes tocar y notas su sufrimiento como si fuera tuyo propio -, decidimos marcharnos antes de que terminara. Definitivamente, la Vaca Gigante no era lo nuestro.

 

¿Y qué tiene que ver lo que te sucedió en aquella aburrida competición de surf con el trading?

Te he contado el fiasco que vivimos mi padre y yo aquella mañana de invierno porque recuerdo perfectamente que esperaba ver un espectáculo de circo, como si en cualquier momento fuera a salir disparado el hombre bala, hiciera aparición la mujer barbuda, o un hombre arriesgara su vida metiendo la cabeza dentro de la boca de un tigre. No iba preparado para disfrutar del ritual del surf. Porque desconocía la esencia de ese deporte.

No me llevé la desilusión porque los surfistas fueran malos, ellos hacían lo que podían en una mar embravecida. Fue porque yo había ido con unas expectativas que eran imposibles de cumplirse. Quería escuchar a los Rolling Stones en la Sala Dorada de Viena – donde tiene lugar el concierto de año nuevo -, y como que no es el lugar.

Casualmente hace poco vi una entrevista a un ciclista profesional, Peio Bilbao, que en sus ratos libres hace surf, y comprendí lo que supone entrar en el agua con la tabla. Estar dos horas esperando no significa tirar el tiempo a la basura, porque estás en sintonía con la mar y en paz contigo mismo. Coger una ola es el breve momento de activación en el que la paciencia tiene su premio.

 

La misma sensación de engaño que tuvimos mi padre y yo en la Costa Quebrada, es la que se llevará el trader que viene a este mundillo estando pendiente de los últimos datos económicos porque en esos momentos los precios se mueven muy rápido. O entrando en una operación para sentir la excitación de ver cómo tu dinero fluctúa arriba y abajo. O creyendo que el premio gordo de la lotería de Navidad, con el que vas a “tapar muchos agujeros”, te va a caer sin merecerlo.

No amigo, el mercado no funciona así. Pero porque la vida tampoco funciona así.

Para tener éxito en el trading hay que dominar varias disciplinas. Si vienes pensando que esto es un parque de atracciones saldrás pensando que te han timado, pero en realidad sólo te habrás engañado tú a ti mismo. Así que empecemos por el principio, te voy a contar cómo empezar una trade con buen pie.

 

El Setup son las condiciones para entrar a mercado

Setup es una palabra inglesa que seguramente no te diga nada, igual incluso te parezca un poco repelente porque no te gustan los anglicismos. Normal, a mí también me echa para atrás esta gente modernilla que quiere demostrar que lleva mucho mundo encima y de cada 3 palabras, te cuelan 2 en inglés. Y lo único que demuestran no es que sepan un inglés mal hablado, sino lo poco que saben de su lengua materna, el español.

En lenguaje de toda la vida, el Setup son las condiciones que exiges al precio para abrir una operación. Es decir, que si el mercado hace X, Y o da una voltereta, le das a la tecla.

Y si las condiciones no se cumplen, te quedas como estabas y no arriesgas ni un euro.

 

“¿¡Pero cómo voy a estar sin hacer nada?!,

Si me han dicho que debo meter 20 operaciones al día.

Como mínimo”

 

Error, error y error. Mira, un trader puede comprar, puede vender, o puede estar en liquidez. De hecho, no hacer nada es la mejor opción casi siempre, algo que casi nadie se atreve a decir por motivos evidentes.

Si el surfista está 2 horas en el agua hasta que encuentra un momento idóneo para subirse a la tabla, tú también puedes aguantar quietecito delante de las pantallas. Él se está congelando dentro del agua, así que a ti no te va a pasar nada por no tocar donde nadie te ha llamado.

Los 15 segundos de disfrute que tiene el surfista son efímeros, pero si repite y vuelve a hacer la misma rutina una y otra vez por algo será. Le compensa el frío y las horas de espera con tal de sentir que ha cogido una ola en el punto exacto. La satisfacción del deber cumplido supera con creces al sufrimiento.

 

Me estás diciendo que no tengo por qué llevar siempre alguna operación abierta…

Lo de tener unas reglas para comprar o vender parece de cajón, ¿no? Es como si te dijera que para entrar en casa debes sacar las llaves del bolsillo. Porque si no, la puerta no se abrirá por arte de magia.

Bien, pues esto que debería ser normal – como que el agua moja – para muchos no lo es. A lo largo de estos años me he dado cuenta de que muy pocos salen al mercado con un plan, prefieren ir a pecho descubierto y entonces les fríen a tiros. Y así pasa lo que pasa, que el cementerio de traders no para de crecer.

Qué narices, no me voy a esconder, esto lo sé de sobra porque a mí también me ha sucedido. He cometido un montón de errores operando a lo loco, cegado por la ambición de querer ganar mucho con poco esfuerzo, y esa actitud me ha acarreado un montón de disgustos. Ninguna de las palabras escritas en este artículo está puesta porque sí, sino que, como dijo el filósofo alemán Friedrich Nietszche, están escritas con sangre, «y yo sólo amo lo que se ha escrito con la propia sangre, porque la sangre es espíritu».

 

El Setup lo estableces antes de operar. No vale ponerte a fabricar las reglas sobre la marcha. Cuando las velas están oscilando todo tiene que estar preparado

Mira, cuando ves una jugada ensayada en un partido de fútbol que termina en gol, te deja con la boca abierta. Sacaron ese córner tan bien, que parecía arte de magia. Pepito lanzó al segundo palo, Manolito y Antonio hicieron un bloqueo en el área pequeña y Luisito apareció por detrás libre de marca para rematar.

Bien, pues los movimientos de los jugadores no fueron casualidad, no lo improvisaron en mitad del partido, sino que estaban ensayados al milímetro, como si fuera una coreografía. Lo habían entrenado a conciencia muchas horas buscando el final feliz. Y ni con esas el éxito estaba garantizado, porque cualquier pequeño fallo hubiera dado al traste con la jugada.

Pues en el trading sucede exactamente lo mismo. Quien saca beneficio de este negocio es porque se ha preparado a conciencia. Sabe perfectamente qué hacer cuando le llega su turno.

 

Entendamos el Setup con los juegos de cartas, porque se parecen al trading mucho más de lo que te imaginas

Vas a verlo mucho más claro con el ejemplo del mus. ¿Nunca has apostado unos garbanzos con este mítico juego? Venga, no me creo que no te hayas saltado alguna clase para echar la mañana en el bar.

Piensa en qué mano te gustaría tener para meter un órdago (por cierto, preciosa palabra que viene del euskera, hor + dago, que significa en español aquí está. Es de las pocas palabras vascuences españolizadas). Y no me refiero a ir de farol, no. Me refiero a apostar fuerte sabiendo que llevas las de ganar.

Sólo te la jugarías si llevas buenas cartas. En chica querrías tener un trío de pitos, y con pares te animarías sólo si te han salido cuatro figuras. Ah, y también le meterías fuerte si no se han repartido cartas más de dos veces.

 

Lo que estables, aunque ni lo hayas pensado, es un SETUP. Estás poniendo unas condiciones para arriesgar el dinero. Es precisamente lo que hace un buen trader, sólo se la juega cuando sabe que lleva las de ganar.

¿Que el órdago puede salir mal y que el rival te de en las narices con una mano superior? Claro que puede pasar, como cualquier operación en bolsa puede salir mal por muy bien que pinte. Pero es cuestión de probabilidades, y con las cartas que te he mencionado te pueden batir una vez, pero de 10 veces que apuestes, ganarás 9.

Te estoy hablando del mus, pero con el póker funciona igual, es el mismo perro con distinto collar. Los mejores jugadores de cartas, los que se dedican profesionalmente a ello, son los que piensan cuánta probabilidad de victoria tienen en cada mano. Te dejo el artículo en el que hablo de las similitudes entre el póker al Trading y seguimos con el Setup.

 

La Clave con la que multiplicarás la probabilidad de acierto cada vez que entres a mercado

El buen trader no se levanta por la mañana, se pone el informativo de Radio Nacional con el desayuno y dice: “ale, voy para dentro, que esto hoy sube seguro». Ni mira por la ventana y entra en venta porque fuera está lloviendo y es un día tristón.

Vamos a ver, que nos estamos jugando la pasta. Que el dinero cuesta mucho ahorrarlo como para estar haciendo el tonto. Que para algo lo has sudado, o lo hicieron tus padres o tus abuelos, no puedes faltarles el respeto jugándote su legado porque te aburres y te apetece ir un ratito al casino.

El trading es algo muy serio, y como tal hay que tomárselo. Por eso te voy a decir cuál es el elemento clave que multiplica el éxito en el trading:

 

Son Los FILTROS

 

Cada filtro es una condición indispensable para darle a la tecla. Y si no se cumplen los filtros que has marcado, te quedas con la mano quietecita, contemplando cómo los demás se equivocan. Y luego llega lo mejor, porque recogerás los pedacitos que hayan dejado por el camino.

Aplicar filtros es como pasar un vaso de zumo de naranja por un colador. En la primera pasada te quitas las pepitas. En la segunda apenas quedará pulpa y en la tercera pasada el zumo estará limpio, limpio, limpio.

Tienes pocas balas, así que es mejor guardarlas para cuando se presente un enemigo delante que esté amenazando tu vida. Si has disparado al aire cuando no había peligro, estarás malgastando el cartucho. Tú mismo habrás firmado tu propia sentencia.

 

Tres filtros que puedes utilizar desde ya mismo

#1. Filtro de Indicador

Te doy algunos ejemplos:

  • Si el RSI llega a SobreCompra con divergencia

 

  • Cuando el histograma del MACD cruza con la media móvil

 

  • Si el precio está apoyándose en la Media de 200 sesiones

 

Y así podríamos seguir un buen rato, o incluso escribir un nuevo artículo sólo con filtros de indicador, es un tema que daría para rato. Hay decenas de ellos – el RSI, el Ichimoku, la media de 30, 80, 200… – y ninguno es mejor que otro, simplemente te dan una información diferente. Entre tanta variedad tienes barra libre para elegir al gusto del consumidor.

Y mucho ojo porque ahora es cuando viene lo bueno: la condición que le vas a pedir al indicador se dará de Pascuas a Ramos. Precisamente ahí está la gracia, en que el filtro se cumplirá en muy pocas ocasiones, no será algo habitual. Por ejemplo, el RSI no entra en SobreCompra cada 5 minutos, sino que pasa bastante tiempo.

Si quieres saber qué indicadores utilizan los grandes operadores, qué puedes esperar de un indicador o cómo combinarlos para sacarle el máximo partido, te lo voy a decir un poco más adelante.

 

#2. Filtro de Precio

Es lo que sería operar por Análisis Técnico: tomar decisiones por la información que muestra el gráfico. Los Analistas Técnicos creemos que el futuro se puede predecir porque algunos patrones siempre se repiten, esto lo puedes estudiar históricamente. Si detectas uno, sabrás cuál será el siguiente movimiento del precio.

El Chartismo es una rama del Análisis Técnico. Seguro que conoces alguna de las figuras técnicas, como el Doble Suelo o el Hombro Cabeza Hombro. O quizás también te suenan las más complejas, como los triángulos, las tazas con asa, los diamantes…

Algunos ejemplos de filtro de precio podrían ser estos:

 

  • Entrada cuando el precio retroceda al 50% Fibo del último impulso,

 

  • Disparo en el tercer toque a un canal bajista,

 

  • Operativa sólo si rompe la Neckline del Hombro – Cabeza – Hombro

 

Sobre poner un filtro de precio hay pros y contras. Por un lado, algún billonario (sí, con B), como Stanley Drukenmiller, ha reconocido abiertamente que el Análisis Técnico le ha ayudado a triunfar. Y si lo dice un tío con una cuenta bancaria de 9 ceros igual hay que pararse a escucharle.

Por otro lado, el Análisis Técnico tiene muchos fallos. Y no es que lo diga yo, es que ya lo dejó por escrito Robert Rhea en una de las obras maestras del trading, La Teoría de Dow – The Dow Theory – , escrita hace más de 100 años. Cuando leí su obra en versión original (no hay traducción al español) quedé fascinado, fue como hacer un viaje en el tiempo y adentrarme en aquella América de principios de siglo XX que se estaba erigiendo como la futura súper potencia mundial.

El capítulo 16 lo dedica al Análisis Técnico, más en concreto a los dobles suelos y los dobles techos. Cuenta que no le convencen en absoluto. La siguiente frase está extraída del libro en palabras literales:

Double Tops and Double Bottoms are of but little value in forecasting the price movement, and have proved to be deceptive more often than not.

Lo que traducido quiere decir:

Los Dobles Suelos y los Dobles Techos tienen poco valor prediciendo el movimiento del precio.

Está demostrado que engañan más veces de las que funcionan.

Es decir, que una de las mayores fortunas del mundo dice que el Análisis Técnico (los filtros de precio), le ha ayudado a construir su patrimonio billonario. Pero la eminencia Henry Dow, padre creador del Wall Street Journal o del índice Dow Jones Average; dice que ni lo intentes. Que lo de tirar líneas en un papel mejor se lo dejes a los niños de 5 años.

Ante estos extremos, dos mentes brillantes de los mercados que opinan lo contrario, mi opinión es que el Análisis Técnico funciona, pero con matices. No esperes comprarte el Ferrari operando rupturas de triángulos, eso ya te lo digo. Pero también sería absurdo despreciar una herramienta tan potente, como es la información que contiene el propio activo financiero.

Por cierto, las figuras técnicas perfectas que aparecen en los manuales de Análisis Técnico.… están precisamente en los manuales, pero en la vida real no las vas a encontrar. Es como lo que esperas al pedirlo en Aliexpress, y lo que finalmente te llega. Así que no te obsesiones buscando algo que no existe.

 

#3. Filtro Algorítmico

Es el filtro más complicado porque no vas a trabajar con herramientas que ya existen, como los indicadores o el precio. Montar un algoritmo de trading requiere de una investigación profunda. Así que antes de decirte cómo crearlo, primero te voy a decir lo que NO deberías hacer.

Mira, olvídate de arreglar tus problemas en bolsa pagando una suscripción de 70€ al mes en una página web rusa por el alquiler de un robot de trading. Quien tiene un buen robot no lo alquila, y menos por una miseria. Entrando en esos jaleos lo único que vas a conseguir es perder el dinero de la suscripción y perder tu propio dinero.

Yo estuve una temporada buscando esa solución mágica con los robots de trading y me estampé con todas las de la ley. El sitio web se llamaba “estrategiasseguras.com” y ya ni siquiera existe, imagínate el motivo. Al menos aquellos miles de euros que perdí me sirvieron como lección para lo que vendría más adelante, cuando yo mismo creé un algoritmo de trading.

 

Para crear un algoritmo de trading lo primero que te hace falta es tener una estrategia en la cabeza. Sabes que ciertos patrones se repiten y buscas la manera de parametrizarlo de forma «científica». Pero ponerte a fabricar un robot de la nada, como que no.

Al menos, así es como yo lo hice cuando creé el robot que va incluido en el Curso de Trading, con el que defino los puntos de entrada y salida en el sistema de Reversión a la Media. Llevaba varios años en una compañía de Prop Trading siguiendo la misma estrategia y un día pensé… Vale, esto que hacemos funciona, ¿podré medirlo estadísticamente? Me puse a investigar y resultó que sí podía hacerlo, así que lo hice.

Repito el orden de factores: primero necesitas una estrategia que funcione y luego te buscas la vida para automatizarla. Una vez que lo estés en ese punto, ten en cuenta que todo Robot de Trading debe darte esta información:

  • Precio de entrada
  • Take Profit
  • Stop Loss

 

Éste es el filtro algorítmico que creé para el sistema de Reversión a la Media. Marca los puntos de entrada, con su Profit y Stop

 

Un filtro algorítmico no genera ningún tipo de duda porque estamos hablando el lenguaje universal de las matemáticas. No da lugar a los debates. A nadie se le ocurriría discutir que uno más uno es igual a dos.

Los soportes, los indicadores o las figuras técnicas pueden ser interpretables. Tú puedes estar viendo una cosa en el gráfico y yo puedo estar viendo otra, y lo mejor es que ambos podemos tener razón. Eso jamás va a ocurrir con un filtro algorítmico.

Si el robot dice que compres el Euro-Dólar en 1,0785, es en 1,0785. Ni dos ticks arriba ni dos ticks abajo. Así de claro.

 

La desventaja de los filtros algorítmicos es que pierdes la sensación de lo que está ocurriendo en el mercado. Es como vivir en una realidad paralela, sólo centrada en los números y olvidándote de todo lo demás. Por eso no me gusta tomar decisiones exclusivamente por lo que dice el Robot.

Mi recomendación es tener un algoritmo de trading, pero tenerlo como apoyo. El centro de la operativa es el sistema en el que te has basado para crear el algoritmo, no el algoritmo en sí (por mucho que te haya costado construirlo). Lo ideal es utilizarlo como una confirmación adicional.

Hay que tener una perspectiva global y luego ir a lo particular, mirar el bosque entero y luego examinar árbol por árbol. Si lo haces al revés estarás buscando naranjos en un bosque de plataneras. Y así vas a perder tiempo, dinero e ilusiones.

 

Dos recomendaciones finales sobre los filtros que tienen los buenos Setups

Que sean sencillos. Es decir, que se los puedas explicar a tu abuela o a tu hijo de 8 años

Porque si no eres capaz de explicarle a un niño, en modo Barrio Sésamo, en qué consiste ese indicador que pretendes utilizar, entonces es mejor que no lo uses. No te va a funcionar porque ni siquiera tú mismo entiendes por qué lo tienes puesto. ¿Ves por dónde van los tiros?

Llevándolo a un plano práctico, el RSI, el MACD o la media de 200 sesiones son indicadores universales. Traders de todo el mundo se fijan en ellos para tomar decisiones. Pues si los grandes lo hacen, tú no te pongas a inventar la rueda, con imitarles es suficiente.

Lo de ir a rebuscar un indicador que acaba de crear un friki en Taiwán, y que te han dicho que funciona a las mil maravillas nunca funciona bien. Esas historias mejor déjaselas a otro iluminado. Tú ve a lo seguro.

 

Con los filtros de precio sucede lo mismo, sería absurdo operar solamente a la ruptura de la figura Murciélago, te estarías disparando en el pie. Es una estructura muy difícil de ver y de baja fiabilidad. Es decir, operarías y poco y sin garantías de nada.

En cambio, si te vas a lo más sencillo, los soportes y las resistencias, verás que te van a funcionar de lujo. Ir a lo simple y hacerlo bien es lo más efectivo. Los resultados son espectaculares.

De hecho, te voy a confesar un secreto. Cuando estuve en la empresa británica de trading en la que pasé 5 años, cerré un ejercicio ganando más de 130.000 dólares. Y lo logré comprando en soportes y vendiendo en resistencias, nada más que eso.

 

Respecto a la dificultad que debería tener el filtro algorítmico, a ver, seamos lógicos. No te voy a pedir que le hagas la competencia a Jim Simmons, el presidente del fondo de inversión cuantitativo que más rentabilidad ha generado en la historia. Él contrata a los ingenieros e informáticos más brillantes para crear los algoritmos, por eso ha ganado un 66% de rentabilidad anual durante 30 años, y por eso tiene cerrado el fondo a nuevos inversores.

Pero a tu nivel, puedes hacer algo. Puedes montar una estrategia algorítmica sabiendo multiplicar, sumar, restar y dividir. Y dándole un poco de caña al Excel, un programa que ya deberías usar en tu día a día.

Y si esto de crearlo por tus propios medios te parece imposible, puedes empezar con un filtro algorítmico que ya le esté funcionando a otros traders. Como por ejemplo, el Robot que utilizamos en la Academia. Ya está listo para que te pongas a trabajar con él.

 

Poner filtros variados, que te den información diferente

Metiendo solo un filtro la estrategia va a hacer aguas, cual embarcación hundiéndose por culpa de un boquete en el casco. Estás construyendo un asiento sólido sobre el que apoyarte, así que si le pones cinco patas será más estable que si solo tiene dos. Y si tiene tres patas, mejor que una.

Por eso antes te he comentado que no me gusta fijarme sólo en el robot, porque estaría despreciando el resto de indicadores. Y no consiste en eso, consiste en aprovecharlos todos. El poder reside en combinar varios filtros y entender qué quieren decir en su conjunto.

Es como si desde diferentes lugares te estuvieran diciendo: «el tesoro es por ahí, gira a la izquierda y encontrarás el cofre». Si sólo te lo dice una persona, pues desconfías, o no le haces ni caso. Pero si te lo dice uno detrás de otro, te planteas tomar esa esquina a la izquierda e investigar qué narices te puedes encontrar.

 

Fíjate que en el titular he puesto la palabra “Filtros VARIADOS”, y no es casualidad, no. Está escrita a propósito. No tendría ningún sentido poner dos filtros que te den la misma información.

Por ejemplo, el RSI y el Stochastico son como hermanos, ambos son osciladores de fuerza relativa. Los dos avisan de posibles extremos en el precio y cuando uno esté en SobreCompra, el otro también lo estará casi seguro. Si pones los dos en el mismo gráfico estás solapando información y desaprovechando los recursos.

La gracia está en utilizar filtros diferentes, que no estén relacionados entre sí. De este modo, cuando todos estén dando señal de entrada, significa que desde varios sitios diferentes te están diciendo: “es el momento”. Así es como multiplicas tu porcentaje de acierto.

 

Entrar poco, pero entrar bien

El “mejor poco y bien que mucho y mal” lo puedes aplicar a un montón de aspectos de la vida. Y también al trading, claro. Ahora te cuento cómo.

De nada vale poner un filtro que de muchas señales. Entrar con el RSI en 57 no sirve, porque cada dos por tres lo verás en ese nivel. Y no quieres darle a la tecla muchas veces, quieres darle pocas, pero darle bien.

Los mejores filtros son los que aparecen muy pocas veces, como si fueran Batman. La gracia está en aguantar quieto el 90% del tiempo y esperar, esperar y esperar… hasta que el filtro se active. Con esta infografía lo ves mejor:

El resultado de poner muchos o pocos filtros en tu Setup

 

Permítete unos instantes para reflexionar en tu verdadero objetivo cuando has entrado en el trading. Tú has venido a este negocio para ganar dinero, ¿cierto? Entonces te doy a elegir dos opciones para cumplirlo:

  • ¿Quieres operar muchas veces?
  • ¿O quieres ganar dinero cuando operes?

No hay más preguntas, señoría.

 

La diferencia entre una buena y una mala operación siempre está en el punto de entrada

Mira, el error más repetido por quienes pretenden comprarse una casa es acudir en masa a Idealista. Abren Internet y esperan sentados a que salga la última novedad. Pues vas listo si crees que ahí aparecerá una oportunidad que merezca la pena.

Siendo uno más del rebaño no vas a encontrar ninguna casa-ganga, de esas a las que podrías ganarle el 20% vendiéndola en un par de años. Entrando donde entran cada minuto miles de posibles compradores buscando lo mismo que estás buscando tú, no tienes ninguna ventaja. Ahí no está el dinero.

Comprar al mismo precio que todos y vender por encima, como si fueras el más listo de la clase, es una ilusión. A no ser que lo hagas engañando, lo cual no te recomiendo. Es importante tener claro cuál es el factor que diferencia a los ganadores de los perdedores:

 

En la venta no se le gana.

Se gana en la compra

 

Desde el primer momento en que supe de la existencia de la que iba a ser mi futura casa, sabía que tenía que darlo todo por hacerme con ella. Tenía clarísimo que era una compra ganadora. Y te cuento por qué.

Yo estaba de alquiler en una urbanización nueva de un pueblo a las afueras de Madrid. Me gustaban aquellas casas, estaban muy bien hechas y el precio era lógico, lejos de las barbaridades de la capital. Le pregunté al casero quién las había construido, y me dijo que era un vecino que se llamaba Joaquín, que se había quedado uno de los 50 pisos para él y vivía allí.

Un día toqué la puerta de Joaquín para presentarme y le pregunté si le quedaba algún piso por vender. Me dijo que no, pero que dentro de poco iba a levantar otra urbanización en la parcela de enfrente, que era un solar vacío. Le pedí que me avisara cuando pensara iniciar la obra.

 

Pasaban los meses y Joaquín no me decía nada, y yo empezaba a ponerme nervioso porque veía que llegaban las grúas, allanaban el terreno, entraban camiones… El proyecto ya estaba en marcha, así que un día me le encontré por la calle y le pregunté qué le quedaba libre. Me dijo que ya estaba casi todo vendido y que no podía ofrecerme mucho.

Le seguí insistiendo, hasta que un día quedamos y apareció en mi casa con los planos de los tres o cuatro pisos que le quedaban y con una libreta, donde tenía anotados los precios de cada casa a mano, con un lápiz. En comparación con las viviendas de segunda mano de más de 20 años que se estaban vendiendo en la zona, eran unos precios ridículos.

Pero lo mejor estaba por llegar. Joaquín se puso a mirar los precios de la libreta, y tras pensarlo unos segundos, me dijo algo así como: Espera un poco… Entonces sacó un bolígrafo del maletín, se puso a tachar los precios, y puso al lado un precio todavía más barato. Yo no me podía creer que aquella escena fuera cierta, era la señal definitiva de que aquella compra no podía salir mal, y el tiempo me dio la razón

 

Entrando bien es fácil ganarle. Muy fácil. Ahí está la dificultad

Esta anécdota solo es el reflejo de lo importante que es tener la mentalidad correcta. Si detectas una buena oportunidad tienes que ir a por ella con todo. Sin dudarlo.

Por eso el objetivo de este post es darte las pautas que te llevarán a empezar operaciones con buen pie. Porque cuando tú has entrado bien al mercado sabes que tienes entre tus manos algo valioso, sintiendo una confianza que te falta la mayoría de ocasiones. Es lo que te da fuerza para aguantar hasta que el precio alcance el Take Profit.

Y porque cuando has entrado mal, también lo sabes, y estás deseando salir de la posición cuanto antes. Te sientes incómodo, no puedes dejar de mirar la pantalla, apelas a la suerte y a los santos para que te den la razón… Cómo empieza un trade casi siempre determina cómo terminará.

 

Ahora bien, el sistema no es sólo el Setup, claro que no. Entrar sólo es la primera parte. Yo considero que es la más importante y también la más difícil, por eso la estoy valorando como se merece con este Mega-Post.

Después llega el resto del trabajo: te hace falta una técnica para salir, y también saber cuánto volumen llevar en cada trade. Una vez que reúnes todas las piezas del rompecabezas ya puedes presumir de tener un sistema de trading.

Con este artículo, al ser un material gratuito, lo que estoy haciendo es darte las herramientas y explicarte cómo utilizarlas, para que te pongas a trabajar con ellas. Pero si quieres explorar las tres patas de un sistema de trading que ya está creado, y ponerte a trabajar con él desde ya, entonces lo que necesitas es entrar en el Curso de Trading de esta academia. Aquí te dejo el enlace, donde encontrarás más información sobre el curso:

 

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Y tú, ¿qué filtros estableces para tu Setup?

Un fuerte abrazo y muy buen trading.

Enrique Mazón

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