Freedom is not free

Inscripción en la escultura memorial a los veteranos americanos que lucharon en la Guerra de Corea.

En dicha escultura 19 soldados de acero simulan caminar con dificultades en un arrozal mojado, cargando a sus espaldas los artilugios de combate.

El memorial está ubicado en el National Mall de Washington, la explanada de césped que conecta el Capitolio y la Casa Blanca.

La libertad no es gratis. Tiene un precio. Y merece la pena pagarlo.


 

Una vez me dio por organizar una fiesta de nochevieja en mi ciudad, Santander. Llevaba acudiendo a cotillones desde que empecé en el instituto Santa Clara con la pandilla de amigos del bachillerato. Y como estaba cansado de repetir el mismo plan, saliendo al mismo sitio, con la misma gente y además pagando un pastizal – era la noche más cara del año -, esta vez me propuse organizar yo la fiesta.

No te voy a engañar, también lo hice porque pensaba que sería un negocio redondo. Según mis cálculos infalibles empezaría el año contando billetes de lo lindo. Nada podía salir mal:

«Voy a meter 200 personas y la entrada cuesta 50 euros, ya son 10.000 euros de facturación. Le quito el coste de las bebidas (las que no se consuman puedo devolverlas), las camareras, el de seguridad, el alquiler del local… Esto está tirado, ¡me saco 3.000 euros por una noche de trabajo!

 

Montaría una fiesta que todo el mundo recordaría en Santander los próximos años. Además, la vanidad me hacía pensar que la gente vendría a felicitarme por el pedazo éxito del evento. Me imaginaba vendiendo la piel del oso mucho antes de haberlo cazado.

La decisión estaba tomada, no lo pensé más y me puse manos a la obra. Así que hice todo lo que se suponía que tenía que hacer para que el cotillón fuera un éxito:

  • Creé perfiles en Facebook y Twitter, donde empecé a anunciarlo meses antes,
  • Hice una página en un blog para explayarme sobre los motivos por los que sería un cotillón inolvidable (la he buscado y… ¡blogspot todavía no la ha borrado!),
  • Contacté con varios Relaciones Públicas de Cantabria, para que distribuyeran las entradas a cambio de llevarse una buena comisión;
  • Encargué una cartelería bastante chula de color rosa, la que preside este post,
  • Pegué los carteles en sitios donde acudía la gente joven, como en la Universidad, algunos bares que me lo permitieron, o en algunas calles de ambiente. Supongo que saltándome la normativa municipal,
  • Compré espumillón, girnaldas, antifaces, gorritos, trompetas… vamos, los típicos accesorios de Nochevieja para hacer un poco el gamba.
  • Busqué unas camareras hermosas, quienes serían encantadora con los clientes (y conmigo claro, que por algo era el jefe),
  • Me inventé ganchos que no hacía ningún otro cotillón, como sortear un fin de semana en una casa rural, poner un karaoke, o hacer un juego de emparejarse. Éste último estaba muy chulo, porque al entrar a la discoteca les daría a cada uno un animal macho / hembra, y si a lo largo de la noche encontraban a su pareja, se llevaban una copa de champán de premio.

 

Después de haber estado preparando el evento tantos meses ya sólo me quedaba disfrutar del premio. Me merecía tener un sobresueldo por atreverme a organizar una fiesta como nadie antes lo había hecho. Estaba seguro de que iba a vender entradas como churros.

Entonces llegó el momento de la verdad, cuando fui a contar la caja de la Nochevieja Opium. Y sucedió lo que no hubiera esperado ni en la peor de mis pesadillas. El castillo de naipes que había construido se derrumbó en un abrir y cerrar de ojos.

Vendí 8 míseras entradas. Sólo un grupo de amigos confió en la fiesta que estaba montando. El resto de gente que supuestamente iban a comprarme la entrada, ni estaban ni se esperaba que aparecieran.

 

Pocos días antes del 31 de diciembre tuve que dar marcha atrás y cancelar el evento, porque de haber continuado hubiera sido el peor cotillón de Nochevieja jamás organizado. Me hubiera encontrado con el local totalmente vacío, algo desolador. El ambiente hubiera sido de todo menos festivo.

Me puse a echar las cuentas, pero las reales, apartando los pájaros que tenía en la cabeza… y me salió una pérdida de más de 2.000 euros. Había gastado en publicitarlo, en la cartelería, había adelantado dinero a los relaciones y las camareras, había comprado un material que no podía devolver y le había entregado al del local una fianza. Lo que tendría que haber sido una noche perfecta, en realidad fue un agujero sin fondo.

La vida me había dado una buena bofetada de realidad. Y, como siempre sucede en estos casos, el golpe me había llegado sin avisar.

 

Luego, cuando tomé un poco de distancia y reflexioné sobre este desastre, observé algunos errores de manual que había cometido. Para empezar, aquel garito no tenía ninguna fama por la nochevieja, era más bien un sitio donde algunos bohemios se dejaban caer para tomar cervezas. ¡Si ni siquiera yo mismo me hubiera apuntado a un cotillón allí!

Tampoco negocié con el dueño el precio por el alquiler. No recuerdo ni lo que me pidió, pero se lo acepté sin dudar porque veía clarísimo el beneficio. Y luego caí en la cuenta de que el hombre me había timado (fue el único que ganó dinero aquella noche).

Hubo más detalles que se me escaparon de las manos porque yo era un don nadie en el mundillo de las fiestas nocturnas. Y como don nadie que era, no tenía ni idea de en dónde narices me estaba metiendo. Hasta que bajé a la tierra de sopetón, desde el pedestal al que me había subido sin sentido alguno.

 

Una breve introducción al indicador RSI, la creación más conocida de John Welles Wilder. Aunque no fue la única

Después de aquel fracaso organizando el cotillón de Nochevieja me dolía hablar del tema, porque me costaba reconocer que me había equivocado. A alguna gente ni siquiera le dije que había cancelado el evento. Y si me preguntaban por cómo había ido la Nochevieja Opium, cambiaba de tema ipso-facto.

Creo que el principal factor que desencadenó mi fracaso fue carecer de mentalidad de líder, alguien a quien la gente quisiera seguir hasta el fin del mundo. En ningún momento me paré a pensar sobre lo que realmente necesita un grupo de amigos que acude a una fiesta de Nochevieja, y mira que lo tenía fácil: con darles un espacio amplio para estar juntos en un sofá y decirles que nadie les iba a molestar mientras les servían una bebida detrás de otra, hubiera sido más que suficiente. Sólo pensaba en yo, luego en yo mismo, y por último en yo.

Al menos esta experiencia me sirvió para para darme cuenta que en esta vida a veces vas a ganar… y en otras ocasiones vas a aprender. Fue un paso obligatorio que debía dar para crear otros proyectos más adelante. Y esta vez sí, iban a merecer la pena.

 

Te he contado esta historia porque el protagonista del artículo, John Welles Wilder, también pasó por una época de calamidades. Pero él no perdió un par de miles de euros, no. Él perdió cientos de miles de dólares, quedándose en la ruina.

Lo mejor es que después triunfó, consiguiendo mucho más dinero de lo que cualquier persona lograría en varias vidas. Y lo disfrutó a su manera, como de verdad hay que celebrar los triunfos. No quiso presumir de coches deportivos, ni de mansiones, ni de estar con la colombiana más despampanante de Miami.

John Welles Wilder decidió alejarse de los problemas y retirarse en un lugar perdido del mundo con su mujer. Donde nadie perturbara su paz interior. Donde pudiera sentarse en un banco a ver la vida pasar.

 

Es curioso que un personaje que me causa tanta admiración llegara a mi vida de casualidad. Estaba creando la guía de Análisis Técnico, y en el apartado de los indicadores me propuse adentrarme en los orígenes e investigar quién los había diseñado, en vez de quedarme en la superficie con la definición teórica del indicador y su fórmula matemática. Fue así como descubrí su apasionante historia.

El RSI, el «hijo» más conocido de Welles Wilder, está entre mis indicadores favoritos. De hecho, todos mis gráficos lo llevan, porque de un vistazo me ayuda a ver en qué punto se encuentra el mercado. Como es un indicador de fuerza relativa, me indica si una tendencia todavía puede tener recorrido, o si le están empezando a fallar las fuerzas.

Cuando el RSI se mete en las bandas de arriba – SobreCompra – cada vez le costará más subir; y la SobreVenta quiere decir que las caídas no pueden continuar por mucho más tiempo. Y si no hay fuerza para continuar en una dirección… lo más probable es que llegue un giro. Puedes echar un vistazo a este gráfico para comprobar cómo funciona el RSI:

El RSI clava los extremos en los rangos laterales. Cuando entra en una de las dos bandas, Sobre Compra o Sobre Venta, es probable que llegue un giro. Por eso la información que da es tan valiosa

 

Ahora bien, el RSI no es el santo grial, claro que no lo es. El gráfico que te acabo de mostrar tiene trampa porque el mercado estaba en rango lateral, y en ese escenario el RSI funciona o a las mil maravillas. Pero cuando el precio coge tendencia, el RSI no sirve ni para tacos de escopeta.

Por eso las operaciones siempre hay que abrirlas juntando factores, no fijarse solamente en uno. Y me da igual que sea el RSI, alguna figura técnica que marca entrada, un retroceso Fibonacci o un algoritmo. Cuando varios inputs están mirando en la misma dirección, es la señal definitiva para darle a la tecla.

Antes de continuar con la historia de Welles Wilder, te dejo el artículo en el que hablo de los Setups, es decir, cómo entrar al mercado (siguiendo el RSI y otros indicadores). Verás cómo filtrar las entradas para multiplicar tu porcentaje de acierto como nunca antes lo has hecho. Así sabrás cuándo disparar o cuándo quedarte con las manos quietas.

 

El origen del RSI viene de John Welles Wilder , quien cumplió el sueño americano y después desapareció sin dejar rastro

Actualizo la información de este apartado, ya que en la primera versión del artículo daba a John Welles Wilder como vivo. Está confirmado que John Welles Wilder nació en 1935 y murió en 2021 con Alzheimer, a los 85 años.

Lo primero que debes saber al empezar con esta entrevista, es que no la hice yo, se la hizo un vecino suyo de casualidad. El creador se llama Oliver Hille, y tras ficharle no me queda claro si es escritor, o es un curandero que echa las cartas, o si los veranos se va de gira con una orquesta. Te dejo el sitio web de este curioso hombre por aquí, y ya verás lo cutre que es.

Cuenta el señor Hille que vive en un pequeño pueblo de la costa este de Nueva Zelanda, y que dos amigos le hablaron de Welles Wilder, quien vivía a solo una milla. Investigó sobre él y se dio cuenta que era una celebridad de las finanzas en América, por lo que le propuso entrevistarle. En sus primeras charlas, con 73 años, le reconoció que ya no recordaba las cosas con tanta claridad como cuando era joven.

Las conversaciones tuvieron lugar en la casa de Welles Wilder en septiembre y octubre de 2008 (cosas del destino, ese mismo mes la quiebra de Lehman Brothers desató el pánico en todas las bolsas mundiales). No le preguntó por muchos detalles técnicos, y, tanto él como su esposa, fueron cálidos, amables y generosos. Para Oliver Hille fue un privilegio conocerle en persona.

 

Welles Wilder no tuvo redes sociales, ni tuvo página web, eligió vivir desconectado del mundo online. Hasta hace poco su año de nacimiento no era público – sólo se sabía que nació en la década de 1930 – y ni siquiera se sabía si continuaba vivo. Decidió ser un fantasma virtual, y seguramente haya sido infinitamente más feliz que todos estos influencers que muestran una vida perfecta y en realidad son unos adictos al teléfono y a aparentar cosas que no tienen.

Welles Wilder nació en los Estados Unidos de América, se hizo rico a mediados de los años 60 gracias a un pelotazo inmobiliario, y poco después se arruinó por malas inversiones. Después renació al publicar en 1978 «New Concepts in Technical Trading System», uno de los libros de bolsa más caros que existen. Cada año ingresa varios millones de dólares, con las miles de copias que vende.

La revista Forbes le destacó en 1980 como uno de los mayores aportantes a la ciencia del Análisis Técnico. Y si hablamos de Márketing, sería un caso digno de estudio en las escuelas por la intriga y el halo de misterio que ha generado este genio de las finanzas. Te dejo ya con la entrevista:

Welles Wilder (derecha) con el creador de la entrevista (izquierda)

La única entrevista que encontrarás sobre John Welles Wilder Jr., el creador del RSI

Parte 1. Preguntas relacionadas con el Trading

Usted probablemente es más conocido por ser el creador del Índice de Fuerza Relativa (RSI), Normal Índice Direccional (ADX) y Average True Range (ATR). ¿Cuál de estas herramientas es más útil para un trader?

El indicador ADX.

¿Es el indicador del que esta más orgulloso?

Supongo que sí.

El punto de falla Swing es una característica importante del RSI, sin embargo, es muy poco utilizado. ¿Cuánto de potente es?

Es muy potente, no sé por qué no se utiliza mucho. Puede ser que la gente no lo entienda muy bien.

 

¿Qué ha cambiado en los mercados desde que empezó en el trading?

No mucho.

¿Cómo logró autopublicar su libro «New Concepts in Technical Trading Systems»?

Yo era el mejor escritor de la industria. También puse pequeños anuncios en revistas y alquilé una lista de interesados, a quienes envié un correo.

La señora Wilder interviene: «Envió un capítulo a la revista Futuros, y lo publicaron. Empezaron a llegar los pedidos antes de que tuviéramos el libro impreso»

Regresando a 1978, 65 dólares era  mucho dinero para un libro. ¿Cómo hizo para venderlo tan caro?

¡Pensé en grande! En aquel entonces la mayoría de los libros se vendían por 5 dólares o 10 dólares como máximo.

 

¿Cuántos años de trabajo dedicó para escribir el libro?

Yo estaba arruinado, así que tuve que ingeniármelas. Escribí el libro en seis meses, incluyendo el proceso de investigación.

¿Le importa si le pregunto, cómo fue posible que usted estuviera arruinado?

Después de 10 años de trading (y viviendo), me arruiné.

La señora Wilder agrega: «¡Lo que quiere decir es que perdió mucho dinero con el trading!»

Una vez más, si no le importa que le pregunte, ¿con cuánto dinero empezó a operar?

Dos socios y yo construimos 1.035 apartamentos en la década de 1960. Los otros dos compraron mi parte cuando todo estuvo terminado.

Se lo vendí por 100.000 dólares, y en 1968 era mucho dinero. [$100.000 en 1968 equivaldrían a $630.000 en 2009.]

 

¿El libro fue aceptado por algún editor?

No, nunca ha sido publicado por nadie más que por mí. Por cierto, se han vendido 3.000 copias del libro el mes pasado (agosto de 2009).

Tenga en cuenta que el libro fue publicado por primera vez en 1978 y no ha sido modificado o actualizado desde entonces. Todavía se vende por exactamente el mismo precio que en 1978, 65 dólares.

Esto representa un fenómeno de publicación: más de 36.000 libros vendidos por año para un libro escrito hace más de 30 años.

*(Echando una sencilla cuenta sale una facturación superior a los 2 millones de dólares al año)

Welles Wilder, el creador del RSI. Su origen es de lo más curioso

Aquí está Welles Wilder en su madurez. Supongo que la imagen es de los años 80 o principios de los 90

 

¿Podría hacer alguna recomendación genérica sobre el trading de hoy en día?

Si tuviera que dar consejos para hacer dinero en este momento, le aconsejaría tradear el oro y la plata. También compraría empresas de oro y plata.

Espero que el oro llegue a 5.000 dólares la onza en dos años. Antes de eso, mi sistema me dice que habrá un máximo intermedio sobre el 10 de febrero de 2010.

5.000 dólares puede ser un poco ambicioso, pero la onza podría llegar a esos niveles.

[Oliver Hille comenta que en sus dos visitas Welles Wilder le enseñó su cartera de acciones y sus pérdidas y ganancias latentes. Como recomendaba, cada una de sus 16 acciones estaba relacionado con el oro o la plata.

En su primera visita 15 de las 16 empresas estaban en beneficios. En su segunda visita todas estaban en beneficios]

¿Por qué es tan alcista en el oro?

Los grandes bancos y bancos centrales están vendiendo el oro, cubriendo el precio, pero los Hedge Funds están comprando porque es una de las pocas formas en que pueden preservar el valor de sus fondos. Creo que el poder de compra de los Hedge Funds eclipsará el poder de venta de los bancos.

[Curiosamente unas semanas antes Paul Tudor Jones comentaba a sus inversores en Bloomberg.com:

«Nunca he sido un fanático del oro. Es simplemente un activo que, como todo en la vida, tiene su momento y lugar. Y ahora es su momento».

Este comentario también se hizo un par de semanas antes de que India comprara 200 toneladas de oro al Fondo Monetario Internacional, también en octubre de 2009.]

 

¿Qué herramientas del análisis técnico ha encontrado más sólidas en todo este tiempo?

Permítanme decir, ¡cuanto más simple, es mejor!

Lo que prefiero ver ahora es una acción o una materia prima que esté en un suelo, y haya comenzado a subir desde ese suelo. Sobre todo me fijo en el gráfico.

¿Eso es porque usted tiene décadas de experiencia y ahora puede ver la información técnica que necesita con sólo mirar un gráfico?

Sí, eso es correcto.

Si tuviera mi edad, 44 años, y fuera un trader a tiempo completo, ¿qué haría?

¡Lo mismo que hago ahora! Como lo dije antes, analizar los gráficos.

 

Parte 2. Preguntas sobre el estilo de vida

¿Cuál es la lección más importante que ha aprendido en la vida?

La disciplina.

¿Qué consejo se daría a sí mismo si pudiera hablar con su «yo» de 17 años?

Conseguir un título universitario en un área que te interese. Luego buscar la manera de crear su propio puesto de trabajo en esa área.

También, tratar a los demás de la misma manera que esperas que te traten a ti.

¿Cómo puede triunfar un joven en la actualidad?

Creando algo que el mundo no tiene, pero que el mundo necesita.

 

¿Qué sabias palabras han sido importantes para su vida?

¡No te lleves a la boca más de lo que puedas masticar!

¿Cuál es el mejor consejo que ha recibido?

Vete a la Universidad.

¿De qué error ha aprendido más?

De no saber cómo manejar el dinero. Aprendes cometiendo errores.

 

¿Cuál ha sido la mayor pérdida de tiempo de su vida?

Siempre he sido un adicto al trabajo, al menos, hasta que llegue a los 70 años. ¡No tuve momentos para perder el tiempo!.

¿Cuáles son las razones por las que ha tenido éxito en el análisis técnico y el trading, mientras que muchos que lo han intentado no lo han conseguido?

Tenacidad y flexibilidad.

Cuando encuentras algo que funciona, ¡úsalo!. No sigas buscando algo más.

¿Si una puntuación de 10 significara que usted ha vivido su vida a su máximo potencial, que puntuación pondría a su vida hasta la fecha?

Nueve.

 

¿Qué tendría que haber hecho diferente para poder llegar a 10?

No lo sé.

¿Por qué salió de Estados Unidos y se mudó a Nueva Zelanda en los 80s?

Hace 25 años vi que los Estados Unidos estaba ahogándose en deudas. Entonces pensé: «¿Cuál es el mejor país del mundo?».

Tenía que ser un pequeño país con una democracia. Tenía que ser neutral y no tener enemigos. Por eso elegí Nueva Zelanda.

¡Nueva Zelanda ha sido un lugar maravilloso para vivir!


 

Así termina la curiosa historia de un genio que vivió como quiso. Sin una despedida, sin estridencias, sin 100.000 suscriptores en Youtube… pero siendo feliz.

Welles Wilder se marchó de este mundo sin hacer ruido. Con una cuenta del banco multimillonaria y supongo que, por culpa de su enfermedad, sin recordar todo lo que había logrado.

Me ha encantado conocerle. Y a ti, ¿Qué te ha parecido su historia?

 

Conociendo a Welles Wilder he tenido la misma sensación de estar ante algo grande de verdad, como cuando descubrí la historia de Henry Dow (1851 – 1902). Con estos personajes tan relevantes te das cuenta de que los fundamentos del mercado eran idénticos hace 200 años, y lo seguirán siendo dentro de 500. Por mucho que te vendan que estamos ante una nueva era, los conceptos de la vieja escuela son los que de verdad funcionan.

Por ejemplo, es mucho más útil tener un método propio que buscar factores externos para operar. Si te olvidas de lo que dicen las noticias económicas y te centras en repetir un patrón que funciona, sólo uno, pero repetirlo muchas veces, terminarás siendo un maestro. Sólo así obtendrás alegrías del mercado.

En eso consiste el curso de Trading de 6 meses. En trabajar el sistema de Reversión a la Media, en hacerlo durante mucho tiempo, y en tener una persona que te acompaña y te vigila. Por eso el curso dura 6 meses y por eso hay una tutoría individual cada semana. Tienes más información del curso aquí:

 

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Y recuerda utilizar el invento de Welles Wilder, el indicador RSI, solamente en rango lateral. Que nadie lo va a hacer por ti 😉

El consejo de trading, por Enrique Mazón

 

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Comentarios:

4 comentarios en “El origen del indicador RSI se debe a John Welles Wilder Jr (1935 – ✞2021). Aquí tienes la única entrevista que encontrarás de este misterioso e intrigante hombre, quien se hizo millonario y desapareció sin dejar ni rastro


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