Henry Kissinger, en su libro The White House Years, relata la historia de un catedrático de universidad que asignó una tarea a sus alumnos.

Éstos entregaron sus asignaciones, y tiempo después les fueron devueltas.

Un alumno buscó en su papel la calificación, pero la única observación que encontró escrita fue: «Es esto lo mejor que usted puede hacer?»

El alumno pensó en la pregunta, buscó la manera de mejorar su tarea, y se la dio al profesor.

Pocos días después volvió otra vez con el mismo comentario: «¿Es esto lo mejor que usted puede hacer?»

Él sabía que estaba mejor que la primera, pero podía añadir algunas citas más, y hasta podía hacerla un poco más extensa.

Volvió a escribir la asignación y la entregó. Cuando el profesor se la devolvió, el comentario seguía siendo el mismo:

«¿Es esto lo mejor que usted puede hacer?»

Diez veces más volvió al despacho del profesor y el comentario seguía siendo el mismo

«¿Es esto lo mejor que usted puede hacer?»

Finalmente, el alumno irritado fue hacia el escritorio del profesor y le dijo severamente

«¡Sí, esto es lo mejor que puedo hacer»!

Entonces, el catedrático respondió:

¡Bien!, Ahora sí la voy a leer!

 


 

No esperes el enésimo artículo cargado de envidia criticando a Josef Ajram, porque me niego. El tío vive en el paraíso de Ibiza, se ha casado con una espectacular mujer que está súper enamorada de él, tiene tiempo para salir en bicicleta cuando le apetece, recorre el mundo compitiendo en eventos deportivos… No fastidies, ¿no te gustaría llevar un estilo de vida parecido?

Ahora, tampoco voy a hacerle la pelota porque sí, para intentar caerle bien o a él o a sus seguidores. Trataré de ser lo más objetivo posible dando mi opinión sobre el primer libro que escribió, el cual me compré con toda la ilusión. Y, a pesar de que no es oro todo lo que reluce, te anticipo que podrás sacar alguna idea para aplicarla en tu operativa.

Josef Ajram, más que ser conocido por sus libros, lo es por el personaje extravagante que él mismo se ha creado, el cual siempre está envuelto de polémica. La gente le critica porque se autodenomina deportista de élite, pero ni es profesional, ni consigue las mejores marcas, ni tiene una vitrina llena de trofeos. Y lo mejor es que tampoco le hace falta, porque pocos deportistas amateur son tan conocidos como él, por no decir que ninguno.

 

Respecto a la bolsa, que es lo que más te interesa, también quiero dejar claro que Josef Ajram no utiliza métodos con rigurosidad científica, no es un loco de los mercados que se pasa estudiando 14 horas al día, ni tiene la experiencia de haber trabajado para algún gran banco de inversión. Pero se las ha apañado para salir en todas las televisiones en horario de máxima audiencia, dándose auto-bombo para vender sus cursos de bolsa. Y, gracias a esta estrategia, ha conseguido unas facturaciones con las que otros ya soñarían.

El colmo es que ahora se dedica a hacer sesiones espiritistas, haciendo una especie de exorcismos. Ni es el Dalai Lama, ni es un monje budista, ni tampoco es un médium con capacidad para comunicarse con el otro mundo. Pero reúne a grupos de 20 personas en las playas de Ibiza, les hace creer están viajando a otra dimensión y vuelven a su casa tan contentos.

Bueno, veo que me estoy anticipando. Así que empecemos por el principio. Te cuento quién es Josef Ajram:

Josef Ajram haciendo magia en una sesión espiritista

Josef Ajram, el triatleta tatuado que aparecía en la tele hablando de bolsa

En el año 2011 la burbuja del ladrillo acababa de estallar, y con ella miles de empresas declararon la quiebra. La situación era dramática, las listas para apuntarse al paro doblaban las esquinas, ya que más de 2 millones de trabajadores habían sido despedidos. Fue la destrucción de empleo más rápida que se ha vivido en la historia de España.

La prima de riesgo estaba en boca de todos, el telediario estaba colapsado de noticias sobre lo mucho que bajaba la bolsa, e incluso se hablaba de regresar a la peseta para detener la sangría. La gente no entendía qué había sucedido. Se preguntaban porqué antes tenían dos coches, podían mandar al crío al campamento de Inglés en Cambridge y se pasaban dos mesecitos en el apartamento de la playa; y ahora tenían que malvivir con un subsidio del gobierno o debían abandonar su casa por no poder pagarla.

Para dar respuestas a estas preguntas comenzaron a salir en la televisión supuestos expertos económicos explicando lo que estaba sucediendo. Uno de ellos fue Josef Ajram, a quien Jordi Évole entrevistó en su programa Salvados para hablar de los mercados financieros. Así le conocí.

 

Las teorías que Josef Ajram expuso en aquel programa fueron delirantes. Para empezar, empezó culpando a los especuladores de todos los males que acontecían al país, diciendo que España estaba en bancarrota porque cuatro tíos malvados se habían enriquecido a costa de los más vulnerables. Le faltó decir que esta gente sin alma trabajaban desde una oficina clandestina en algún suburbio de mala muerte, donde sacrificaban niños recién nacidos.

En ningún momento habló del BMW que se compraba el currito nada más empezar a poner ladrillos (quien cobraba 3.000€ al mes, una productividad a todas luces injustificada). Ni de las familias que se habían hipotecado para toda la vida a unos precios desorbitados. Ni tampoco dijo nada de cómo los políticos habían saqueado la banca pública – las cajas de ahorro – sacando el dinero incluso del cajero automático a toda prisa con las famosas tarjetas black.

Él ponía en la diana a unos enemigos imaginarios a los que nadie dibujaba la cara, en lugar de animar a la gente a hacerse responsable por los errores que ellos mismos habían cometido. Era más fácil decir que, «te han echado de casa por culpa de este otro malnacido, que se ha beneficiado de tu desgracia». Empezaba fuerte la puesta en escena.

 

Luego se llevó a Évole a la lonja y allí le explicó que los precios subían y bajaban exactamente por el mismo mecanismo por el que se establece el precio del pescado cuando llega a puerto.

Por si no sabes cómo funciona – yo por aquel entonces no lo sabía, lo descubrí gracias a aquel programa – los marineros meten el género en unas cajas abiertas, y todos los compradores pueden ver el pescado desfilando delante de sus narices. Así, a vista de pájaro, es como establecen el valor de lo que se van a llevar a la pescadería.

Entonces comienza una subasta desde un precio alto, y poco a poco el precio va cayendo hasta que un comprador lo para a voz en grito. Bueno, lo de establecer el precio a grito pelado era de antes, como en las películas cuando pujan por un diamante. Ahora utilizan sistemas electrónicos, los compradores tienen un mando y las cifras aparecen en un marcador.

El precio en la lonja se cierra con el método de subasta holandesa. Empieza desde un precio alto y va cayendo hasta que un comprador se queda el género

El remate vino cuando habló del apalancamiento, lo explicó como si fuera un ritual satánico. Tenías que haber visto la cara de asombro que puso Évole cuando le dijo que con una cuenta de 1.000€ puedes operar sobre 20.000€. No se podía creer lo que le estaba contando ese broker (sí, se autodenomina bróker, lo que es un error porque él era trader) con aspecto de poligonero.

Y aquí es cuando llegó el mayor disparate de toda la entrevista: dijo que los bancos no te prestaban dinero a ti para comprarte una casa, ¡¡pero en cambio a los malvados especuladores sí les dejaban dinero para hacerse ricos!! Es una comparación de lo más burda, porque en ningún momento dijo que un trader apalancado puede multiplicar sus ganancias, pero también puede arruinarse en minutos. Pero claro, eso el presentador no lo sabe, omitiéndolo seguía señalando una supuesta mano negra, y a ti ya te han puesto la cabeza tan caliente que estás imaginándote a alguien, a quien no conoces ni conocerás jamás, robándote el dinero mientras duermes.

En la última parte Évole le hizo un par de preguntas con las que Josef no supo por dónde salir, viéndolo desde fuera parece una conversación de besugos. Para terminar metieron una orden de venta en el futuro del bono americano esperando caídas, y decían que estaban apostando por el colapso de los Estados Unidos. Tiene tela marinera.

 

Josef Ajram entró en el mundo de la formación bursátil pisando fuerte y sin pedir permiso a nadie

El programa de Salvados fue un éxito rotundo. Recuerdo que en aquellos años estaba haciendo mis primeros pinitos en bolsa, y todo el mundo me decía que si hacía lo mismo que Josef Ajram, el triatleta de los tatuajes. Había logrado que la gente se quedara con su cara y con lo que hacía.

Respecto a cómo logró esa visibilidad, a ver, él hizo lo que tenía que hacer para que la gente se acordara de él, pero eso no significa que esté bien. Yo creo que el fin no justifica los medios para alcanzar la fama, y Josef equivocó a propósito conceptos financieros de lo más básico, manipulando a la audiencia haciéndoles creer que había unos enemigos que en realidad no existían. Así, él mismo se mostraba como el salvador de la clase obrera.

Además, jugó con el contraste de su imagen de una forma magistral. Todos nos imaginábamos que un hombre dedicado a comprar y vender acciones vestiría un traje caro con su correspondiente corbata, llevaría un horario estricto de oficina y estaría todo el día echando números y pendiente de las noticias. Y, de repente, aparecía este hombre de la nada lleno de piercings y tatuajes, y diciendo que solo le dedicaba un par de horas a mirar los gráficos, cuando le venía bien, porque estaba demasiado ocupado haciendo ultra-maratones por el mundo.

 

Josef Ajram rompía todos los esquemas conocidos, era un revolucionario en el acomodado, conservador y clásico sector financiero. Así consiguió conectar con la gente, y eso hizo que apareciera en todos los medios de comunicación, le llamaban constantemente para saber su opinión sobre la economía. Todos querían saber qué pensaba el genio de la bolsa tatuado.

Entonces Josef aprovechó este tirón vendiendo seminarios express, que consistían en pasar la mañana del sábado y la del domingo en el salón de actos de un hotel. Supuestamente explicaba su sistema de trading, pero yo he conocido a varias personas que acudieron a sus formaciones y todos han coincidido en que allí no aprendieron prácticamente nada. Lo único cierto es que ponía unas 300 plazas y se agotaban enseguida.

Estuvo de gira por las principales ciudades españolas y las cuentas de lo que facturaba son muy fáciles de echar. Si metía en los hoteles 300 personas y cobraba 400€ a cada alumno, se levantaba por dos mañanas de trabajo 120.000€. Que oye, no está nada mal.

 

En paralelo a este boom llegó la presentación de su libro, el que me compré. Recuerdo que era finito, para leértelo en apenas 4 o 5 horas. Lo tengo tan grabado porque fue el primer o el segundo libro de bolsa que tuve entre mis manos, lo cogí con la misma ilusión de un niño pequeño al que le han regalado su primera bicicleta.

Y como por aquella época no tenía ni idea de cómo funcionaban los mercados – bueno, ni tampoco cómo funcionaba la vida – estaba predispuesto a creerme absolutamente todo lo que me dijeran. Por eso me fastidió tanto sentirme engañado, porque se suponía que te explicaba su método infalible, te contaba cómo podías alcanzar la vida de tus sueños dedicando poco tiempo a trabajar y ganando mucho dinero. Como le escuché decir a Josef alguna vez: «mi alumno ideal es el que viene sin saber nada porque se va a creer todo lo que le cuente sin ponerlo en duda».

Era el reclamo perfecto para captar incautos como yo, y como tantos otros. Luego llegaron más publicaciones, pero preferí dejarlo estar y no darle ni un euro más a este buen hombre. Me quedé en El Método Ajram, del que paso a hablarte en las siguientes líneas.

 

Las conclusiones del Método Ajram que ni son conclusiones, ni es un método

En los primeros capítulos narra su vida con alguna anécdota graciosa, como cuando dice que, de un día para otro, se presentó en la oficina con un tatuaje a la vista y sus compañeros se quedaron pasmados. En ese momento, como nadie le dijo nada, supo que tenía vía libre para seguir decorando su cuerpo. Y vaya si lo hizo.

También relataba sus experiencias en las pruebas deportivas de larga distancia. En este caso me sentí identificado con él, porque decía que en muchas ocasiones se le pasaba por la cabeza abandonar, no entendía por qué narices se estaba causando a sí mismo tanto sufrimiento físico. Yo pensaba exactamente lo mismo cuando competía en ciclismo, y precisamente en esos momentos de dureza extrema tu verdadero yo te empuja a continuar hacia la meta, aunque no sepas qué narices se te ha perdido dando pedales tan lejos de casa y tengas muchas más ganas de llorar que de sonreír.

Tuve que avanzar bastantes páginas para encontrar la parte que más te interesará, la del trading, y la verdad es que no había mucha chicha que rascar. Lo que se suponía que era un libro con un método claro para especular era más bien una autobiografía con bastante postureo. Aún así, puedo destacar tres aspectos que influyeron en mi operativa:

 

#1. Recomendaba hacer trading intradía con acciones. Algo que es una ruina

Esto lo intenté con el Santander, con Telefónica, con Apple… pero las comisiones de entrada y salida en acciones son muy caras, nunca me salió a cuenta. En cada trade te dejas el 1% encima de la mesa, es decir, que debes sacar un Profit del 2% para que te compense. Y ganarle un 2% a una acción en solo un día, es tarea de titanes.

Luego, la operativa intradía tiene otros inconvenientes, como lo rápido que debes tomar las decisiones. Y en bolsa, cuanto más te apresuras, más fácil es equivocarte y, por lo tanto, más fácil es perder dinero. Esto te lo digo porque el Intradía y el Scalping los he probado durante mucho tiempo y llegué a la conclusión de que es un tiraduros, no me convencen nada (desarrollé los motivos en este otro post).

Aún así, si estás convencido de querer hacer intradía, mi consejo es buscar activos muy líquidos, en los que las comisiones sean ridículas. Esto lo cumplen los productos «estrella», como el Euro-Dólar, el DAX40 o el Brent. Pero Intradía en acciones significa ponerte trabajar para el bróker, porque lo poco que ganes se lo estás entregando en comisiones.

 

#2. El Trading en noticias como idea, pero sin decir nada claro

Lo curioso de esta sección es que habla de fijarse en las noticias, pero no da ningún consejo para aprovecharte de estos momentos en los que la volatilidad se dispara. Ya sé qué cuando sale el dato de empleo USA los precios se van a mover más rápido que un martes a las 11 de la mañana. Pero alma de cántaro, dime cómo puedo hacer para ganar algo.

Es como si yo te digo que prestes atención al RSI y a la media de 200 sesiones en el Dax40, pero no te doy ninguna instrucción adicional. ¿No pensarías que me estoy quedando contigo. Te garantizo que sí.

Bueno, para darte algún consejo más específico sobre el trading en noticias hace un tiempo escribí un artículo en el que te cuento cómo operar en estos momentos especiales. Seguro que sacas alguna idea al respecto. Te lo dejo por aquí y seguimos:

#3. La Estrategia del Cierre del GAP. Bien, pero con matices porque hay que tener muchísimo cuidado

Este fue el único consejo donde deja unas reglas más o menos claras, porque te da un Setup y un objetivo. Aunque también te digo, hay que coger con muchas pinzas lo que publica Ajram. Porque si vas a tumba abierta, puede ser tu final en los mercados.

La estrategia consiste en ir a la contra de los GAPS buscando el cierre. Es decir, el Setup es esperar a que suceda un hueco intradía, y el Take Profit  va situado en el precio de cierre del día anterior. O algún nivel cercano al cierre.

Según Josef, el 90% de los GAPs se terminan cerrando intradía. Esta estadística se la debió de sacar de la manga sin ningún respaldo estadístico, porque no aportaba ninguna fuente. Así que no es nada fiable su afirmación.

 

Es cierto que casi todos los días aparecen varios GAPs, porque las acciones tienen una diferencia horaria entre el cierre muy acusada. No es como el Euro-Dólar, que cotiza las 24 horas al día. Repsol cierra a las 5 de la tarde y no sabes dónde te lo vas a encontrar a las 9 de la mañana del día siguiente, porque seguramente habrá habido movimiento en la sesión americana o en la sesión asiática – de madrugada – y eso afectará su cotización.

Si te pones a buscar GAPS vas a encontrar un montón, pero surge de nuevo el problema del trading intradía con acciones del que te acabo de hablar. Es una operativa muy cara, y buscar un cierre de GAP del 2 o 3% no es tan sencillo.

Además, hay otro problema que Josef ocultaba: hay GAPs que nunca se cierran. Abriendo un gráfico del DAX y quitándole zoom encuentras algún hueco pendiente de rellenarse desde hace más de 30 años. Como para hacer caso a esta estrategia sin ningún filtro…

Dos GAPs de apertura en el índice alemán DAX que se generaron en el año 2003 y todavía no se han cerrado

 

El gran fracaso de la vida de Ajram: le echaron de una SICAV porque perdía más del 20% con todas las bolsas alcistas. Bienvenido a la realidad de su sistema

El reproche que siempre se nos hace a los formadores de trading es que hablamos mucho pero demostramos poco, y que el movimiento se demuestra andando. Y es verdad, todos te enseñamos a hacerte millonario, pero antes me tienes que dar tu dinero para decirte cómo lograrlo. «Una vez que hagas el desembolso, te cuento cómo parecerte a mi».

Josef Ajram no se escapaba de tener esa sombra que siempre le perseguía, y cuando le preguntaban por su histórico de resultados siempre salía por la tangente, cambiando a otros temas. Entonces, un día le debió de surgir la oportunidad de gestionar un vehículo inversor, y tiró para delante. Quería demostrar que no sólo era un fantoche que daba cursos de bolsa, sino que él también podía obtener rentabilidad del mercado.

Bien, pues los resultados fueron desastrosos. Sólo invertía en acciones españolas, y mira que lo tuvo fácil porque 2016, 2017 y 2018 – los tres años que estuvo gestionando la SICAV – fueron súper alcistas para el IBEX35, subió más del 15%. Y sin embargo, la SICAV de Ajram perdió un 20%.

Cuando Ajram iba perdiendo más de un 20% en su SICAV le dijeron que adiós muy buenas

 

Los inversores no se explicaban cómo, si la bolsa subía, la SICAV no hacía más que bajar, así que empezaron a salir espantados de aquella engañifa. Habían comenzado 900 accionistas con 9 millones de euros invertidos, y cuando echaron a Ajram apenas quedaban 500 y el patrimonio había bajado a la mitad.

La explicación de lo que sucedió es que Josef no quiso conformarse con obtener una rentabilidad normalita. Él, acostumbrado a ser el centro de atención, quería destacar entre los demás y ser el número uno. Esto no lo ha dicho en ninguna entrevista, es la conclusión a la que llegué después de ver los valores que había comprado, que eran unos chicharros en toda regla.

Llevaba en cartera Abengoa (terminó quebrada), Dia, Banco Popular (otro que quebró), Pescanova, Duro Felguera… Eran acciones de altísima volatilidad, con las que podías duplicar o triplicar la inversión, pero también podías quedarte a cero. En lugar de invertir en títulos seguros con una visión de largo plazo, prefirió apostar fuerte y jugársela a todo o nada, y el tiro le salió por la culata.

¿Cómo pudo perder dinero Josef Ajram en un mercado tan alcista? Pues queriendo duplicar o triplicar, en lugar de conformarse con una rentabilidad normalita del 15 o 20%. Y al final se quedó a cero

 

Las tres lecciones que puedes extraer del Método Ajram

La primera, que en un libro de 15€ no puedes esperar que nadie venga a solucionarte la vida. Es muy bonito pensar que el Santo Grial está a la vuelta de la esquina, y que además hay alguien esperando para entregártelo con un lacito por tu cara bonita, porque te lo mereces. Pero siento decirte que la vida no funciona así.

Recuerdo que, cuando competía en ciclismo, una vez Miguel Ángel Antizar – el mejor director que he tenido –  me recomendó comer de postre yogur con nueces y miel, y yo empecé a tomarlo todos los días, pero descuidé los entrenamientos y empecé a vaguear. Como era normal mis resultados en las competiciones empeoraron – pero yo seguía comiendo el yogur pensando que ahí estaba la solución – y mi padre, que me estaba viendo, me dijo que si pensaba que por comer yogur con nueces y miel iba a andar mejor en bicicleta sin entrenar, iba listo. Y cuánta razón tenía.

O apuestas de verdad por ti mismo, o te vas a quedar a medias en todo. Y me refiero a que las grandes inversiones también traerán grandes beneficios a tu vida. Si haces algo y pretendes sacar un gran resultado invirtiendo lo mínimo, vas listo.

 

La segunda lección es que no es oro todo lo que reluce. Ya ves que Josef Ajram salía en todas las televisiones, vendía un montón de cursos, la gente hacía cola por hacerse una foto con él… Supuestamente era un súper trader de éxito que enseñaba a los demás cómo ganar dinero. Porque supuestamente él también lo ganaba.

Luego le llegó la hora de la verdad, se puso a gestionar una SICAV, y a los 2 años le echaron por malo. Por algo dice el refrán que cuando baja la marea se ve quién está nadando desnudo. Pues a Josef le pillaron nadando en pelotas.

Yo añadiría que no te creas nada que veas en las Redes Sociales, ni ninguna mentira que te quieran colar en esta sociedad de cristal más preocupada de las apariencias que de construir cosas sólidas de verdad sostenibles a largo plazo. En vez de esperar con ansiedad los likes 5 minutos después de tu último post en el que muestras tu desayuno brunch en la cafetería de moda, ¿No será mejor encerrarte a estudiar cómo hacer dinero en el mercado, o de cualquier otra forma, y olvidarte del mundo?

 

Y la tercera conclusión a la que puedes llegar tras leer esta reseña del libro de Josef Ajram, es que en el trading (y en la vida) vale más sumar de poco en poco que ir a por todas a lo loco sin ningún conocimiento. Ajram tuvo en su mano la gestión de varios millones de euros, algo al alcance de cuatro privilegiados. Y en lugar de aprovecharlo, tiró su oportunidad por la borda.

Si hubiera sido inteligente, con una estrategia conservadora hubiera aguantado en la silla muchos años. Con sacar unos resultados parecidos a los del IBEX35 nadie le hubiera reclamado nada. Seguiría con la SICAV abierta, cobrando unas jugosas comisiones de gestión y pudiendo llamarse a sí mismo «gestor de fondos».

En cambio, él quiso destacar, creerse más listo que nadie y pegar el pelotazo. Y ya ves cómo terminó, le echaron a patadas y ya nadie le volverá a dejar mover un euro, jamás. Ahora te hago una pregunta, ¿acaso tú te crees más listo que él, crees que tú si puedes pegar el pelotazo y él no?

 

A mi me parece que estas tres lecciones son muy valiosas, por eso en esta Academia aplico las 3. Para empezar, porque el curso de trading no es gratis ni vale cuatro duros, como el libro de bolsillo de Josef Ajram. Es un curso que vale más de 2.000€ porque es una inversión que la amortizarás con creces y porque, al hacer un desembolso relativamente importante, te lo vas a tomar mucho más enserio.

Por otro lado, aquí no vienes a posturear, a hacerte fotitos para subirlas al Instagram, o a decir que eres trader. Quien empieza el curso viene a currar, a entender un sistema de trading desde cero y a trabajarlo todos los días durante 6 meses. Es la única forma de tener resultados de verdad, pasando por ese proceso de dolor.

Y tercero, porque la filosofía del curso de Reversión a la Media es la de ir sumando poco a poco, planteando cada operación como si fuera la última. Lo de comprar un banco en ruinas como Popular, queriendo multiplicarlo por 5… como que no. Ya te anticipo que ningún alumno que ha pasado por la Academia ha quebrado su cuenta siguiendo las reglas del curso, es literalmente imposible:

 

El Curso de Trading de Reversión a la Media. 6 meses operando, con señales en directo y una tutoría individual a la semana

 

Y recuerda revisar con lupa todo el contenido que te llegue de supuestos gurús exitosos Que nadie lo va a hacer por ti 😉

El consejo de trading, por Enrique Mazón

 

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Comentarios:

Un comentario en “Opinión de El Método Ajram (2011), un libro que promete mucho, pero que no cumple las expectativas. Descubrirás las claves del éxito de Josef Ajram, y también su fracaso más sonado


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